El verano de la serpiente (de Cecilia Eudave)

Más de una década después de la publicación de Bestiaria Vida, Cecilia Eudave @CeciliaEudave regresa al cauce de la novela laberíntica y espectral con El verano de la serpiente (Alfaguara, 2022), un texto ambientado en la Guadalajara de los años setenta que defiende con firmeza una poética contemporánea de lo inusual; esa modalidad narrativa que trasciende dentro del macrogénero de la literatura de lo insólito por su voluntarioso proceso de enrarecimiento del estado habitual de las cosas.

La novela se concentra en la familia de Maricarmen, la mayor de dos hermanas, y en un hecho que modificará el lugar de los suyos en el mundo. Tras visitar una feria ambulante y recibir una críptica advertencia de parte de una “mujer serpiente”, lo real empezará a mezclarse con lo ambiguo y lo extraño, deslizándose entre inusitadas boas de carne y hueso y voces fantasmales en casa, deformando lo cotidiano pero sin quebrarlo completamente: un flujo narrativo que a pesar de sus inclinaciones por la excepcionalidad emplea a su favor el trasfondo de la realidad sociocultural de fines del siglo XX.

Esta productiva relación le permite a la autora aprovechar la riqueza simbólica de ambos lados de la línea de lo real-irreal, enrareciendo las circunstancias más que produciendo fantasías, sirviéndonos un plato de hechos peculiares que pertenecen a (y permanecen en) una ambigüedad sistémica superior. En este sentido, la figura de la serpiente, un símbolo de la reabsorción cíclica pero también de los psiquismos oscuros e incomprensibles, refuerza el panorama ofrecido: un escenario en el que la familia de Maricarmen, desde diferentes ángulos (paternidades, maternidades, hermandades), se mimetiza con las violencias cotidianas, los presentimientos políticos, los vaticinios nacionales y las disoluciones de lo matérico.

De este modo, El verano de la serpiente nos recuerda en ocasiones a La amortajada de Bombal, principalmente por la sinceridad y la permanencia de aquella nostalgia descorporizada, y en otros momentos, cuando se sumerge de lleno en la representación subrepticia de lo ambiguo, a Aura de Fuentes. Eudave, a lo largo de esta novela corta, esculpe una escabrosa psicología transpersonal, refiriéndose a enseñanzas y acontecimientos que exceden la sensación habitual de unidad y estabilidad, permitiéndonos percibir una “realidad” mayor y asombrosa, un dibujo ofídico que se enlaza sinuosamente con el humano.

Gracias por leer esta reseña

Soy Salvador Luis (1978), narrador, editor y crítico cultural peruano: www.salvadorluis.net. Twitter: @UnRaggioLaser

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