La mirada de las plantas (de Edmundo Paz Soldán)

Imaginaciones de la jungla amazónica, realidades simuladas, experimentos impredecibles que extienden pensamientos furtivos. En La mirada de las plantas (Almadía, 2022), Edmundo Paz Soldán @edpazsoldan nos ofrece una novela de ciencia ficción de tintes dickianos en la que el follaje de la selva no es solo un misterio natural y sublime, sino también un empalme psicotecnológico, productor de sutilezas y representaciones engañosas.

Haciendo una animada síntesis de sus fortalezas narrativas, el autor construye una historia que tiene tanto de novela de suspense como de representación tecnocultural. La marca distópico-transgresora de la estética cyberpunk, esta vez ubicada en un espacio selvático latinoamericano (la frontera boliviano-brasileña), y el cimiento duro de la narración tensional (combinaciones del thriller psicológico y del de misterio) estimulan nuestra atención a lo largo de estas páginas, fortaleciendo la trama de mundos virtuales y colapsos ecológicos que Paz Soldán engrana.

Rai, el extraviado protagonista de esta novela, es uno de los integrantes del laboratorio amazónico de la empresa Tupí VR, un lugar donde se efectúa un increíble estudio en torno a los efectos alucinógenos de una planta tradicional conocida como “alita del cielo” y la posibilidad de explotarlos en un videojuego de realidad virtual. A diferencia de la “sustancia D”, célebre fármaco de las novelas de Philip K. Dick, la inclusión de esta planta selvática reconoce un imaginario realista mágico, pues simboliza la aceptación de un más allá insólito que está además integrado a lo cotidiano: en este caso, una visión de mundo indoamazónica que, extrapolada de su contexto mágico-religioso original, se recombina con los fundamentos representacionales occidentales.

Lo cierto es que La mirada de las plantas evidencia un asunto literario guiado por las crisis de los bosques sudamericanos (crisis que son físicas y animistas a la vez) y las dualidades discursivas confrontadas (lo contemporáneo y lo ancestral, lo real y lo irreal, lo inmanente y lo hereditario, lo humano y lo no humano), recordándonos qué tan frágiles y multiformes pueden ser los aparatos modulares que conforman nuestra experiencia y sabiduría. Al mismo tiempo, la representación del círculo científico (en este caso intersecado con el diseño de videojuegos y la fabricación de personajes virtuales a través de la conexión neuronal y socioalgorítmica) trata de ahondar en el universo de simulaciones que hemos aprendido (equivocadamente tal vez) a no poner en duda: creaciones digitales que, en efecto, reacondicionan la mentalidad humana durante el siglo XXI, especialmente cuando pasamos del paradigma de la “infalibilidad sensorial” al de los ofrecimientos de contento y placer que plantean los mundos informáticamente generados.

Gracias por leer esta reseña

Soy Salvador Luis (1978), narrador, editor y crítico cultural peruano: www.salvadorluis.net. Twitter: @UnRaggioLaser

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