Han pasado ya algunos años desde que Jorge Alfonso nos ofreció Porrovideo (2008), la colección de cuentos que lo insertó en el mapa del realismo uruguayo de principios de siglo. Desde aquel entonces, y ya sin el estigma mediático, Alfonso ha producido otros dos volúmenes de narrativa breve: Cuentos llenos de abrojos (2009) y Micromundos (2013), libros que reflejan no solo la experiencia adquirida a través del tiempo, sino también su buena intuición. Es precisamente ese instinto de vida el que lo lleva ahora a los territorios de Ganar y perder (Estuario Editora, 2021), una novela autobiográfica acerca de su periplo literario, plena de desencantos, agradecimientos, expectativas y frenesíes.
Lo primero que llama la atención acerca de este libro es el deseo de narrar una etapa y también un cambio de piel. Alfonso profundiza en las andanzas del aspirante a escritor, los días tempranos del poeta y narrador primerizo, las ojeras y los vicios del tallerista que busca mentores y lecturas. En ese aspecto, Ganar y perder tiene tanto de testimonio de vida como de anecdotario y declaración de intenciones. Somos oyentes de una voz tosca pero franca, que desde la madurez y el desengaño de hoy vuelve a observarse en el pasado, desmitificando las leyendas urbanas en torno a la literatura, pero también desmantelándose a sí mismo, al “escritor porrero”, al “Bukowski montevideano”.
A pesar de reconocer el tono socarrón y agitador de la voz de Alfonso, es cierto que a la vez notamos un giro en su orientación. Ganar y perder no es solo un cúmulo de hechos externos, de acciones y reacciones, sino que busca, por medio de un vuelco introspectivo, ser también catarsis, venganza y al mismo tiempo canto de reconocimiento y gratitud. Desde el sentido homenaje a Sunny Brandi, la maestra literaria, el taller-madre, hasta la afirmación del compañerismo y la tertulia en encuentros literarios, parques municipales y casonas deterioradas. Es un libro-testimonio, sin duda, una demostración de que el paso del tiempo nos nutre y nos enseña.
Más que a Bukowski, esa sinceridad emocional en torno a las aspiraciones literarias trae a la memoria la voz del alter ego de John Fante, aquel Arturo Bandini de Pregúntale al polvo (1939), un personaje que también “quería ser escritor”. Ganar y perder sobrenada en el espíritu de ese tipo de novela, pero también nos ofrece una cuota de sueño juvenil sudamericano y de poética personal. Desde lo autorreflexivo, Jorge Alfonso se lee a sí mismo y a su obra (el afuera y el adentro), cuenta sus canas y su peregrinaje de bohemia y artesanía, yuxtaponiendo la primera y la tercera persona, relatando éxitos y pérdidas, recordándonos que es un “sapo de otro pozo”, una criatura hinchada de amor, de buen y mal humor, y de hambre.
Gracias por leer esta reseña
Soy Salvador Luis (1978), narrador, editor y crítico cultural peruano: www.salvadorluis.net. Twitter: @UnRaggioLaser