La noche en la zona M (de Alberto Chimal)

En un contexto posapocalíptico, la Ciudad de México muta hacia la fragmentación, dividiéndose en pequeños cacicazgos patriarcales, nuevos centros-escombro que subsisten con pocos recursos y escasa movilidad social. La vida arruinada y la expectativa de cambio confluyen, de este modo, en la novela La noche en la zona M (FCE, 2019), recordándonos, por momentos, narraciones televisivas como Fear the Walking Dead o The Rain. Alberto Chimal @albertochimal, con su acostumbrada nitidez, lleva al lector a un universo apartado pero posible, tejido a través de voces femeninas que plantean la ruptura de un orden tirano.

Es importante destacar que aunque el autor decide enfocarse en un tipo de relato bastante frecuente en la actualidad (tanto en el siglo XXI prepandémico como en el pandémico), su novela escapa de los clichés predominantes. No hay duda de que existe una relación tipológica con varios subgéneros de la ciencia ficción: la distopía, el cyberpunk, el relato de catástrofe; sin embargo, se puede observar también la fuerte insistencia del autor en la fabricación de una diversidad de voces y discursos, evitando así el énfasis en lo anodino. Alternamos, en efecto, con una obra que se sostiene en la diversificación de perspectivas, y son fundamentalmente estos enfoques entrecruzados los que construyen tanto lugares de testimonio como subjetividades en disenso.

La sociedad de la época retratada está impregnada de arbitrariedades, pero también de vías de descubrimiento y sabiduría. La historia en sí, justamente, es un trayecto de transformaciones y hallazgos, y la mujer cumple en ella un rol fundamental, en especial por medio de tres personajes: Sita (abreviación de princesita), Plebe, compañera y mejor amiga de Sita, y Celeste, una inteligencia artificial, con tintes de oráculo, que representa no solo el conocimiento universal, sino también el archivo histórico. Es obvio que las afinidades etimológicas de sus nombres describen parte de la estratificación de la novela, pero también reiteran la manera en que lo femenino, dentro del caos reinante, ejerce sus potestades de lucha.

Lo cierto es que La noche en la zona M trata de quebrar ciertos lugares comunes de la narración distópica tradicional y abrir, al mismo tiempo, ranuras comunicantes feministas. Queda claro que los vicios del machismo han tomado posesión de los aspectos reales y simbólicos de esta civilización arruinada, y que el tiempo (una noción muy importante con la que Chimal juega narratológica y conceptualmente en este relato) no solo marca la densidad del viaje como un éxodo necesario, sino también la manera en que los seres humanos asimilamos el porvenir a través de la peripecia y el noviciado.

Gracias por leer esta reseña

Soy Salvador Luis (1978), narrador, editor y crítico cultural peruano: www.salvadorluis.net. Twitter: @UnRaggioLaser

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