Isla partida (de Daniela Tarazona)

Formas rotas, hemisferios cerebrales fractalizados. Isla partida (Almadía, 2021) escenifica una crisis de sentido marcada por el conflicto entre la pérdida del conocimiento y la memoria. Una novela que parte de la base de una experiencia íntima y va construyendo así un relato de modulaciones lispectorianas acerca de la desintegración del sujeto. En estas páginas inclinadas por la fuga y la disociación, Daniela Tarazona @dtarazonav experimenta con la forma del texto sin dudar nunca de la representación poco convencional.

La novela se enfoca en una mujer con padecimientos neurológicos, alguien que desconoce y a la vez recuerda, un sujeto femenino que por momentos se desentiende de la geometría de los lugares y sin embargo parte a una isla ficcional que le permite asir pensamientos superficialmente olvidados, álbumes de recuerdos de familia, imágenes y anécdotas de un tiempo diferente, reconocibles tan solo a partir de la introspección insular.

Percibimos así un desdoblamiento constante de la protagonista y de la forma en que se la narra y representa; esta transformación de perspectivas, voces y modos de autoconcepción es un ir y venir narratológico entre la segunda, la tercera y la primera persona, enlazado a una experiencia fragmentaria de vida y a una quiebra de los sostenimientos lógico-racionales. La autora busca plasmar de este modo el desdibujamiento de los procesos cognitivos de su personaje y la preocupación existencial de un individuo plurifigurado e impalpable, habitante de una geografía irregular.

El lenguaje semipoético que Tarazona imprime a este derramamiento de fantasía y malestar interno asiste a los lectores mientras flotan en la entropía de la huida, observando la fractalización de una mujer divagante y la pugna simbólica entre su pasado y su presente. Las memorias de este cerebro dividido son un elemento importante dentro del repertorio representacional que formula la novela; los hilos que conectan los delirios con las imágenes de una abuela llamada Olga, la pérdida inevitable de la fuerza matrilineal por culpa del tiempo y la muerte y la falta de potencialidad del sujeto. Se trata de un desplazamiento de rasgos abismales en medio de un trastorno neurológico, una tomografía ficcional y sensible acerca del desmantelamiento del yo.

Gracias por leer esta reseña

Soy Salvador Luis (1978), narrador, editor y crítico cultural peruano: www.salvadorluis.net. Twitter: @UnRaggioLaser

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