GuionistaS: MICHAEL MORECI Y TIM DANIELS
Ilustrador: JOSH HIXSON
Editorial: VAULT COMICS
Cape Augusta, 1974. Los Blaine han morado en los Estados Unidos desde fines del siglo XVII; entre sus posesiones familiares se encuentra una vieja casona abandonada: una residencia brumosa que está unida en sus cimientos y en los fangales que la rodean a otro plano de la realidad.
Aunque los guionistas Michael Moreci y Tim Daniels reutilizan varios elementos típicos del gótico británico (el tema de la edificación tétrica, por ejemplo, y las apariciones como retornos de las transgresiones pasadas), The Plot es una obra abundante en giros y vínculos meticulosos; una narración que no solo constata la pasión de Vault Comics por reavivar la historieta de terror estadounidense, sino que también representa un ferviente homenaje al archivo gráfico de antologías de los años setenta como The House of Secrets y Weird Mystery Tales, publicadas ambas por DC y recordadas principalmente por su arte realista y de planos aberrantes.
Moreci y Daniels toman como inspiración el espíritu de esas recordadas historietas de miedo, no obstante, su punto de vista en torno a esta clase de relato adopta también hábitos narratológicos más contemporáneos, principalmente la reducción del nivel verbal para acentuar el valor del discurso (y metadiscurso) a través de los dibujos. A lo largo de las páginas de esta miniserie de ocho fascículos, la acción pareciera hablarnos, ya que los coautores eligen una exposición fluida por medio de planos y no de globos (con un patrón rítmico de cinco o seis viñetas por página, además de majestuosos splash pages cuando la trama pronostica un develamiento posterior).
Dicha apuesta premeditada por la narración no verbal sortea una y otra vez la interferencia de la palabra hiperdescriptiva, y al mismo tiempo matiza dos tipos de atmósfera muy importantes en el relato de The Plot: la del goticismo (principalmente cuando nos fijamos en la representación de lugares y no-lugares) y la de la estética weird de vena lovecraftiana, en el caso de los personajes de características fangosas y numinosas.
Ciertamente vivaces y a la vez impresionantes, las viñetas ilustradas por Josh Hixson preservan sin embargo la forma clásica del rectángulo y la composición horizontal; esta es una técnica de composición interesante, ya que erige tanto armonía como orden simbólico en la mente del lector, creando así un claro contraste entre las cuadrículas y la temática lúgubre y extremista de la obra.
Al evitar las angulaciones distorsionadas y mantener límites simétricos entre los paneles, los creadores de The Plot destacan el rol de la estructura “estable” de la página (su aspecto comunicante más primitivo), instaurando un orden elemental y a la vez pervirtiéndolo. En realidad, ya sea subterránea o subacuáticamente (en los sótanos o las lagunas pantanosas que circundan la vieja casona), la representación gráfica de la malevolencia espacial que acecha a la familia Blaine busca acabar siempre con la estabilidad y la proporción de las páginas; su presencia, sin duda, contradice el equilibrio composicional impuesto por los autores, y de ese modo nos ataca visual y narrativamente a nosotros también: los lectores que sentimos el encierro en la mansión maldita, rodeados de lodazales renegridos, preguntándonos si debemos o no sacrificar la sangre de los más jóvenes y quebrar así lo último que queda de una familia ya despedazada; porque hay, claro, una deuda pendiente con los seres que suplican desde lo hondo de los fangales de Cape Augusta.
Gracias por leer esta reseña
Soy Salvador Luis (1978), narrador, editor y crítico cultural peruano: www.salvadorluis.net. Twitter: @UnRaggioLaser