La casa de los vientos (de Gabriel Rimachi Sialer)

Tras una larga trayectoria dedicada a la narrativa breve, Gabriel Rimachi Sialer @rimachisialer1 incursiona por primera vez en el género de la novela con La casa de los vientos (Editorial Casatomada, 2022), una obra de estética vargasllosiana que apela a la literatura como una forma de amonestación y desenmascaramiento.

Octavio Correa, el protagonista de este relato, transita de la niñez a la adultez en una Lima de fines del siglo XX que no desea apartarse de las letanías de su machismo hegemónico. Humillaciones públicas, golpes improductivos a un saco de boxeo, escapatorias en busca de rescate y autonomía; a través de la representación intercalada de alienación y desmoralización, los lectores de La casa de los vientos son testigos del desarrollo gradual de una condición identitaria transformada en inconveniente comunitario y de cómo ciertas estructuras sociales (la familia nuclear, la escuela, la religión) condicionan no solo el rastreo de un espacio de expresión sexual sino también de enunciación afectiva.

Siendo tan solo descriptivo y no precisamente declarativo, Rimachi Sialer excava en la manera en que la humillación del otro y el reforzamiento de una masculinidad unívoca y no plural se convierten en herramientas disciplinarias periódicas, malos hábitos que insisten en la defensa de un código homofóbico-patriarcal que se niega a morir y que demanda constantemente la exclusión de todo aquello que no se le asemeje.

En este sentido, ya sea mediante la representación de la burla vejatoria o del ostracismo simbólico o matérico (el aislamiento voluntario o el viaje de despertar sexual al exterior), la novela, que rinde un obvio homenaje a obras como Los cachorros o No se los digas a nadie, persevera en la metáfora del desenmascaramiento social sin caer en el rito contemporáneo de la afectación progresista; es decir, el autor trata de representar una realidad, mas no de utilizar la literatura como un vehículo dogmático ni partidario.

Asimismo, al maridar estéticamente los gestos discursivos de la novela rosa y de la novela de formación, La casa de los vientos es tanto una peripecia sentimental como un retrato ficcional en torno al aprendizaje empírico. Por momentos, tenemos la clara sensación de estar “leyendo” una telenovela acerca del imperio de los sentimientos y del anhelo amoroso; y en otros pasajes, paralelamente, reconocemos la fórmula literaria de la vida como escuela, diseccionando, en este estudio de caso en prosa, las conductas conservadoras que moldean a ciertos individuos y a ciertas naciones.

Gracias por leer esta reseña

Soy Salvador Luis (1978), narrador, editor y crítico cultural peruano: www.salvadorluis.net. Twitter: @UnRaggioLaser

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