Guionista: David Pepose
Ilustrador: Jorge Santiago Jr.
editorial: action lab comics
Me encantó la premisa del detective y el “animal de peluche con voluntad propia”, pero no la ejecución. La escritura de Pepose es muy imaginativa, particularmente cuando está dentro de la mente esquizofrénica de Locke. Sin embargo, la trama termina siendo un poco mundana, carece de fluidez y tiene un par de inconsistencias que se hacen obvias a partir del segundo número.
El mayor problema está en los paneles que no vemos, lo que implica tanto titubeo como falta de proyección. Todo lo que el guionista plantea en el número 1 se va desdibujando rápidamente; y no se trata del uso de una técnica de escritura minimalista, sino de una escasez de secuencias narrativas. Al carecer de ellas simplemente tenemos vacíos y saltos indeseados en el relato, lo que ocasiona que retrocedamos buscando aquello que echamos en falta.
En cuanto a la parte gráfica, Santiago Jr. es un dibujante talentoso cuando junta imágenes cruentas y viñetas watersonianas, pero por momentos parece estar apresurado y elige ángulos inapropiados que confunden nuestra perspectiva. Vuelvo a decir que ello denota más un error que una virtud; y al combinarlo con los paneles que Pepose no formula en su guion y la develación final de un misterio poco sofisticado, la historia termina de derruirse.
En general, aunque Spencer & Locke tiene una relación intertextual extremadamente atractiva con Sin City y las historietas de Calvin & Hobbes, creo que no es suficiente para que sea una novela gráfica de lectura obligatoria. Y esto lo dice un gran entusiasta de la estética noir y los personajes antropomorfos. En verdad quería que esta miniserie me gustara, pero honestamente no la recomendaría.
Gracias por leer esta reseña
Soy Salvador Luis (1978), narrador, editor y crítico cultural peruano: www.salvadorluis.net. Twitter: @UnRaggioLaser